Para empezar debes conseguir un Mac con una potencia aceptable, mínimo Procesador i5 y 16GB de RAM, para no tener que pasar varios minutos esperando a que se compile una Aplicación cada vez que la ejecutas.
Si estás dudando si realmente te vas a dedicar al desarrollo de Aplicaciones iOS, tienes dos alternativas que te servirán para probar:
Podrás instalar el Sistema Operativo macOS en tu PC.
Es un servicio en la nube que te permite trabajar de manera virtual en un Mac desde el navegador de tu PC.
Apple nos proporciona de manera gratuita este potente IDE que nos ofrece todas las herramientas necesarias para desarrollar Apps para cualquiera de los Sistemas Operativos de Apple (iOS, iPadOS, macOS, watchOS y tvOS).
Si vas a desarrollar Apps para iPhone lo lógico es que tengas un iPhone para conocer su funcionamiento y poder probar tus Apps, aunque Xcode nos proporciona un Simulador de todos los modelos de iPhone que Apple tiene operativos en el mercado.
Swift es el actual Lenguaje de Programación que se utiliza para desarrollar Aplicaciones para dispositivos Apple. Es un lenguaje moderno y muy potente que proporciona todos los recursos necesarios para programar Apps de la calidad a la que nos tiene acostumbrados Apple. Se trata de un lenguaje relativamente joven que ha sustituido al antiguo Objetive-C, que si bien sigue operativo, ya nadie que se inicie en el desarrollo de Apps para iOS necesita aprenderlo porque Swift ha evolucionado a un nivel que cubre todas las funcionalidades lo que nos ofrecía Objetive-C.
Por 99$/año esta cuenta te permite publicar tus Aplicaciones en la App Store. Quizás al principio de tu aprendizaje no necesites tener una cuenta de desarrollador, pero conforme adquieras habilidades y profundices en el desarrollo de Aplicaciones más complejas, tendrás que crear una Cuenta de Desarrollador para poder tener acceso a determinadas funcionalidades más avanzadas.